Hacia la década de 1880, una vez terminada la Guerra del Pacífico, Chile ve como se consolida un nuevo tipo de Estado construido a la usanza de una elite oligárquica que logra fusionar perfectamente su preponderancia económica y política. Al implementar este proyecto de dominación, la elite oligárquica dispone de una serie de recursos con los cuales este orden político, social y económico por ellos diseñado perdure en el tiempo. Entre estos recursos contamos con los dispositivos de control social (léase Fuerzas Armadas y de Orden y el ordenamiento jurídico-penal)y con los medios de represión, los que garantizaban la mantención tanto del statu quo como el orden público. Para aproximarnos a este rol coactivo del Estado chileno entre 1880 y 1920, escogimos a la otrora boyante provincia minera de Atacama que, en su contexto de crisis, reunió, a nuestro entender, las condiciones necesarias para observar en ella el enérgico despliegue de los medios de violencia que policías, militares, jueces y recintos carcelarios dispusieron para, en la mayoría de los casos, de modo arbitario y excesivo, reprimir y penalizar las distintas formas de trangresión social.

Chileno (Santiago, 1979), Profesor de Estado, Magíster en Historia por la Universidad de Santiago de Chile. Ha ejercido docencia tanto en liceos de educación media como en instituciones universitarias. Actualmente se desempeña como encargado de proyectos de inclusión social y educacional de SENADIS (Servicio Nacional de Discapacidad).