En el informe se insiste en que no hay un modelo único y optimo de desarrollo aplicable a todos los países, por lo que se hace un llamamiento a la diversificación de las políticas y el aprendizaje institucional. Se reconocen los profundos vínculos de complementación existentes entre los sectores publico y privado y se hace hincapié en la necesidad de asistencia oficial para desarrollo, pero a la vez se insiste en que los países deben identificarse con sus políticas. En el informe reconoce que los gobiernos de los países menos adelantados pueden hacer una importante contribución a la reestructuración de la economía, el desarrollo de las capacidades productivas y la creación de condiciones para un crecimiento convergente, en particular el aprendizaje y la acumulación de conocimientos tanto en las empresas como en las unidades agrícolas.