Este libro aborda la importancia de los retos en nuestras vidas, y cómo realizar lo que nos propongamos por más dificultades que entrañe. Luis Conde, fundador de Amrop Seeliger y Conde, nos cuenta algunos de los desafíos que se ha planteado en su vida y lo que ha aprendido con ellos, al tiempo que nos revela el secreto de su éxito: la fórmula del talento. El último reto fue nada menos que dirigir una orquesta sinfónica sin poseer conocimientos de solfeo. Para ello eligió la Segunda Sinfonía de Gustav Mahler, "Resurrección", interpretada por la Orquestra Simfònica del Vallès en el Palau de la Música Catalana. Y es que a base de mucha dedicación y pasión es posible llevar a buen puerto incluso un desafío tan complejo como ese, en cuya consecución el autor, en su papel de director de orquesta, dio con la armonía necesaria hasta el punto de conseguir que orquesta y público fuesen uno. Así como Mahler fue un mártir que se consumió en las llamas del esfuerzo, Luis Conde puso en ese reto todo el empeño para llevarlo a cabo. Un empeño que nos alienta a perseguir nuestros sueños.

Luis Conde (Barcelona, 1950), casado y padre de ocho hijos, estudió Economía en la Universidad de Barcelona. Es un empresario no unidimensional e internacional, que aplica una gran pasión y esfuerzo a todo lo que se propone. Su mercado doméstico es el mundo y su obsesión por los retos le ha permitido alcanzar metas extraordinarias tanto en su vida profesional como privada. Fundó y preside Amrop Seeliger y Conde, empresa líder en el head hunting español, y referente tanto en Latinoamérica como en el sur de los Estados Unidos. Fue presidente de Amrop, red global de firmas independientes de búsqueda de ejecutivos que, con 93 oficinas en 56 países, es la de mayor presencia internacional del sector. Hoy es miembro de su consejo asesor. Trabajó durante 15 años en la banca, con responsabilidades en varios países, especialmente en España, Estados Unidos y Latinoamérica, donde residió. Amante de la mar y de la vela, preside el Salón Náutico Internacional de Barcelona y es patrono de la Barcelona World Race. Buen conocedor del mundo del vino, produce dos excelentes caldos: Analvaro cabernet sauvignon y Tolimen merlot. Y dedica una buena parte de su tiempo a colaborar con fundaciones enfocadas al mundo de la discapacidad. Sus lemas: "Con pasión y esfuerzo casi todo es posible en la vida" y "Quien no se embarca no se marea".