En 'El retrato de Dorian Gray', Oscar Wilde presenta una historia que combina el realismo y el decadentismo, explorando el tema de la vanidad y la corrupción moral. La narrativa se desenvuelve con una prosa exquisita, llena de diálogos agudos y reflexiones filosóficas sobre la belleza y la juventud eternas. La ambientación en la alta sociedad londinense del siglo XIX añade un toque de elegancia y sofisticación al relato. Oscar Wilde, conocido por su ingenio y su estilo controvertido, escribió esta novela como una crítica a la superficialidad de la sociedad de su época. Su propia vida extravagante y sus ideas subversivas sobre la moralidad influyen en la construcción de los personajes y la trama de la obra. La rebelión contra las normas sociales y la exploración de la dualidad humana son temas recurrentes en su obra. Recomendaría 'El retrato de Dorian Gray' a los lectores interesados en la literatura victoriana, el simbolismo y la exploración de la naturaleza humana. Esta obra maestra de la literatura británica es una lectura obligada para aquellos que buscan profundizar en los dilemas éticos y estéticos de la condición humana.